Consells y Cabildos: Rincones del Raval Vell

Resumen: Los libros de Cabildos nos sirven para averiguar más sobre la forma de las calles del Raval Vell. Por ejemplo, sabemos que existía una calle paralela a Ambaixador Irles, o una torrecilla al final de la calle Sant Jaume.

El «callejón cerrado» a que hace referencia el siguiente extracto es aquel que en el Llibre de la Peita se conoce como «carreró que devalla de Sant Agustí al Portal de Riquer». Gracias a este Cabildo, podemos saber que no se trata de ninguna calle existente hoy día, sino que era un callejón que desapareció a principios del siglo XVIII.

Se iniciaba en la calle San Agustín, bajo un cobertizo, y cruzaba la calle Virgen de Agosto (Postich) hasta llegar a la de la Purísima justo a la altura del Portal de Riquer. Esto explica la longitud desproporcionada de las manzanas de casas de esta zona del Raval Vell, ajustándose más a la planificación regular y ordenada que lo debía caracterizar. Hasta la fecha, y hasta donde he podido leer, la existencia de esta calle no se conocía. Para un análisis más a fondo sobre los aspectos urbanos del Alcoy de 1669, consultad mis artículos en la Revista de Fiestas y la revista eWali de 2020.

28 de Abril de 1725

Sobre establecimiento en favor de Augustín Reig

Últimamente, en atención a pedirse por parte de Augustín Reig labrador, se le establezca para ensanchar su casa, un callejón que hay cerrado a mitad de la calle que vulgarmente llaman del Postich, que está entre la dicha su casa y la de Francisco Valls de Lorenzo, acordaron que el Sr. pro. Gen. lo veo, y no siguiéndose perjuicio al común ni a tercero alguno, lo mande justipreciar y según su estimación se le cargue la peyta correspondiente y se le otorgue el establecimiento en toda forma.

Libro de Cabildos, 1724-1741. AMA 000048_01, página 144.
Las calles del Raval Vell, 1976. En amarillo, las hasta ahora conocidas. En rojo, el callejón desparecido. La calle Santo Tomás queda a la derecha del plano.

En los siguientes extractos, nos encontramos con la «Torrecita de San Jaime», que estaba situada al final de la calle homónima, y era «parte de la muralla de esta Villa». Además, echamos un vistazo a uno de los registros del libro H de Peitas, actualmente desaparecido, y cómo se empleaban para resolver conflictos de propiedad.

21 de Noviembre de 1737

Sobre concesión de sitio para edificar casa a Blas Vilaplana de Miguel

Y últimamente el Sr. Pro. Gen. dijo: que en conformidad del encargo que se le hizo en vista del memorial presentado por Blas Vilaplana de Miguel, ha mandado ver el sitio que el dicho pretende para edificar casa a la salida de la calle que llaman del Perú, junto a la torrecilla de San Jaime de esta Villa, que contiene veinte palmos de ancho y diez y seis de hondo. Se ha estimado en cuatro libras de moneda del Reino, a que corresponden de peita seis dineros.

En cuya vista, y a explicarse estar el dicho esperando la resolución de este Cabildo, todos uniformemente acordaron se le otorgue establecimiento en forma del dicho sitio con la referida Peyta de seis dineros […]

Libro de Cabildos, 1724-1741. AMA 000048_03, página 237.

28 de Noviembre de 1737

Representación contra el establecimiento hecho a Blas Vilaplana

Vieron un memorial presentado por Miguel Martínez de Leandro, en que representa ser suyo propio el sitio establecido a Blas Vilaplana para edificar casa, contiguo a la casa del dicho o Torrecita de San Jaime, justificando dicha su posesión por escritura a su favor otorgada por Buenaventura Gisbert, ciudadano, ante Thomas Monllor escribano en primero de Agosto del año pasado mil setecientos veinte y tres, que hizo presente, y en que se ve habérsele vendido por el dicho una casa y un corral contiguo a ella, dentro los muros de esta villa en la calle del Perú, bajo los linderos que en ella se refieren, en cuya vista, mandaron hacer presente el Libro de Cabreves y reconocimiento de Peytas, y visto que por el libro H al folio cuatrocientos veinte y tres, Miguel Soler, en seis de octubre de mil seiscientos sesenta y nueve, reconoció y cabrevó una casa o torrecita en el Arrabal Viejo de la presente Villa en la calle que llaman del Perú, o de San Jaime, y que según los linderos es visto ser la misma que el dicho Miguel Martínez posee al presente, y que que habita.

Por dicha razón y por no hallarse reconocida con sitio alguno de corral, si únicamente la habitación de la torrecita, que lo es de la muralla de la Villa, todos uniformemente acordaron:

Que el dicho Miguel Martínez justifique por medio de establecimiento o de otro legítimo título, la extensión de la dicha casa o torrecita a sitio para corral, no bastándole para ello la escritura que ha presentado por considerarse por voluntaria en el vendedor la expresión de extensión a corral, y que interín, el susodicho Blas Vilaplana, se mantenga en su posesión, en virtud del establecimiento hecho a su favor.

Libro de Cabildos, 1724-1741. AMA 000048_03, página 238.

Por último, por estas mismas fechas se estaban otorgando más sitios para edificar en esta zona, en el llamado «muro de San Jaime», como podemos ver en la siguiente resolución.

5 de Diciembre de 1737

Vieron una representación hecha por Andrés Pérez, hijo de Thomas Cardandero y vecino de esta Villa, en que suplica que habiéndose dado permiso de palabra para que pudiese fabricar una casa en un sitio que está a las espaldas del muro de San Jaime de esta dicha Villa, en el callejón que sube desde la Torrecita de San Jaime hasta el portal vulgarmente nombrado del Postich.

Concluyó pidiendo se le haga establecimiento en toda forma de dicho sitio, y habiendo conferido en esta razón, todos uniformemente acordaron se le otorgue establecimiento del dicho sitio […]

Libro de Cabildos, 1724-1741. AMA 000048_03, página 240.

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