Consells y Cabildos: Desvío del Molinar (I)

Resumen: Desde 1744, los daños provocados por la erosión del río Molinar tras su paso por el puente de Penáguila se hicieron evidentes. Se propuso desviar el río con un túnel subterráneo, pero finalmente no se llevó a cabo.

En algún momento del invierno de 1743-44, la erosión del Molinar tras pasar el puente de Penáguila se hizo imposible de evitar, ya que amenazaba ruina todo el ribazo en el que hoy está el paredón de la calle San Antonio. Pronto propusieron una solución: desviar el curso del río desde poco antes del puente de Penáguila, atravesando el Tossal, y desembocando ya en el río Serpis.

9 de Abril de 1744

Sobre cuentas que se han presentado en la Audiencia y atajo de las ruinas del Molinar

[…] Así para esta diligencia como por que discurriéndose por único medio para ocurrir a las ruinas que se experimentan con la corriente del Río del Molinar, que llegan ya al Poblado de la Villa, amenazando mayor daño que el que se ha experimentado si no se ocurre con el más pronto y eficaz remedio en cosa de tanta importancia, cual es del de divertir la corriente de él por alcavón que se debe abrir antes de llegar al puente que llaman de Penáguila, dándole salida y desaguadero más abajo del molino batán que llaman de Balaguer […]

Libro de Cabildos, 1743-1746. AMA 000049_01, página 99.

Las ruinas afectaban a la zona de la Covil, donde existía una torrecilla, pero sobre todo preocupaba la seguridad de las obras de la nueva Iglesia Parroquial.

7 de Julio de 1744

Sobre estacada que debe hacerse para atajar las ruinas de la Covil y río del Molinar

El susodicho Señor Regidor Decano hizo proposición diciendo: que para acudir a las contingencias de los perjuicios que se vienen revistos no practicándose el remedio que parezca más oportuno para detener las ruinas que seguirán ciertamente a la que ya acaeció en el invierno próximo en el paraje llamado de la Covil hasta entrarse dentro del poblado de la Villa, y aún en el sitio del nuevo templo que se fabrica para Iglesia Parroquial […]

Han hecho su relación jurada diciendo que ante todo para detener la tierra de la ruina arriba referida, que acaeció en el invierno próximo, y que no se le lleve el río cómo ha empezado ya a hacerlo pues sucediendo así, faltándole este pie a la tierra que arriba queda firme, ciertamente se desplomará, y se seguirán nuevas ruinas.

Tenían por preciso que al paraje del huertecito de Joseph Abad se haga una estacada con la mayor brevedad posible, y hecha esta diligencia en consideración de que, por la crecida corriente del río y flojedad del terreno, no cesará de cavar y por consiguiente llevándose a la tierra firme sucederán nuevas ruinas, como sucede en el paraje que llaman vulgarmente de les Solsides, no hallan otro medio más apto que el de quitarle al río su curso por junto al poblado de esta Villa, haciendo una mina o alcavón ancho, más arriba del puente que llaman de Penáguila, atravesando la colina que llaman del Tossal, y dándole su salida más abajo del paraje en donde se juntan el referido río y el que llaman de Riquer, cuyos remedios según puede comprenderse parecen muy a propósito […].

Libro de Cabildos, 1743-1746. AMA 000049_01, página 118.

Los materiales para construir la estacada que debía proteger el ribazo, venían desde la ermita de San Roque, y no podían ser llevados por mulos, por lo que se empleó a unos 30 hombres para llevarlos.

11 de Julio de 1744

Providencia sobre estacada en el río del Molinar

Consecuentemente hablaron en asunto a la estacada acordada en el Cabildo antecedente que debe hacerse en el río del Molinar, para detener su corriente y que no se lleve la tierra de la ruina acaecida en el invierno próximo.

Y respecto a haber hecho presente el Señor Procurador General que las piezas de 40 palmos que se necesitan se hallan ya cortadas en el paraje de la ermita de San Roque, y que no siendo capaces de transportarse por mulos al sitio en donde han de servir, se necesitarán como unos 30 hombres para removerlas, y que según parecer de los peritos, para más asegurar la permanencia de la estacada fortificando el terreno, será conveniente a los cabos de aquella, hacer unos estribos de calicanto que las sostengan […]

Libro de Cabildos, 1743-1746. AMA 000049_01, página 123.

Se decidió que quien dirigiese las obras de la conducción del río, fuese el maestro de obras que se estaba encargando de levantar la nueva Parroquial, Joseph Vilar. Mientras no estuviera en la Villa, se encargaría fray Francisco Cabezas, que se estaba dedicando a edificar el nuevo Convento de San Francisco.

20 de Marzo de 1745

Por punto general, vieron el despacho de facultad dada por la Intendencia General del Reino para la variación del curso del río del Molinar. En cuya vista y en la de que urge su práctica, e igualmente porque en el citado despacho se previene su más pronta ejecución, cuidando se haga con la estabilidad y permanencia que se requieren para el beneficio del pueblo, valiéndose para ello de personas prácticas y de conocida inteligencia, todos uniformemente acordaron que:

Respecto a que Joseph Vilar, maestro de obras de la ciudad de Valencia, que dirige las del nuevo templo para Iglesia parroquial de esta Villa, siempre tardará a venir hasta mediado o últimos de abril, concurriendo como concurren en él las calidades referidas de práctica y conocida inteligencia para dirigir y disponer la mina o alcavón en la buena forma que se requiere, se llame para que venga desde luego, y con intervención de Fray Francisco Cabezas, que dirige las obras del nuevo Convento de San Francisco, se disponga la variación dando principio a la mina o alcavón por más arriba del puente que llaman de Penáguila, y la salida por más abajo del paraje donde se juntan los dos ríos, observando en todo y por todo al pie de la letra las circunstancias prevenidas y condicionadas por el señor contador principal enarradas en el citado despacho […]

Libro de Cabildos, 1743-1746. AMA 000049_01, página 166.

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