Consells y Cabildos: Desvío del Molinar (II)

Resumen: El Cabildo alcoyano decide finalmente si realizar o no la conducción del Molinar a través del Tossal para evitar mayores daños en los ribazos de la Villa.

Unos años después, llega el momento en que se insta a la Villa a realizar las obras de reparación de los puentes y de desvío del curso del río Molinar. Los regidores del Cabildo exponen sus motivos para estar en contra de la decisión, aunque la última palabra la tiene el Excmo. Sr. Gobernador y Capitán General del Reino.

12 de Marzo de 1750

Motivos y voto del Sr. D. Gaspar Almunia Regidor Primero

Primeramente el señor don Gaspar Almunia dijo que, aunque fue uno de los capitulares que convinieron en la variación del río del Molinar y calzadas de los puentes, fue porque en Cabildo se expuso no hallarse otro remedio para atajar las ruinas que amenazaban al poblado de la Villa.

Pero habiendo después oído a casi todo el pueblo, que explicaba no convenía se ejecutasen semejantes obras por la poca o ninguna permanencia que habían de tener, fundándolo en que el terreno por donde había de aferarse es flojísimo, y de echarle las aguas se había de ir hundiendo, y haciendo parada había de seguirse una total ruina.

De manera que podía recelarse el que las aguas, hallando impedimento en su curso, podían extraviarse hacia los molinos que hay inmediatos donde debe principiar dicho alcavón se llevasen estos, de lo que se seguiría muchísimo perjuicio al común de haber de satisfacer su importe a los dueños de estos y de pagar la mitad de Medias Moliendas pertenecientes a su Majestad.

Y aún se hace más reparable el que dicho río tiene tal avenida que no tienen coto a las aguas que se le llevan, según así lo acreditan las repetidas avenidas que se han visto en los años antecedentes, y siendo lo capitulado en las obras consabidas de que el alcavón que se intenta hacer y por donde debe darse el curso al referido río ha de tener solo 16 palmos de ancho, se comprende a la luz natural de que no ha de poder recoger todas las aguas y ha de volver a su curso por el que hoy tiene.

Y estos fundamentos tan sólidos le dieron motivo para representar con los demás señores capitulares el que no convenía que se ejecutase en dichas obras y los mismos dieron motivo para disponer el que pasasen los expertos a reconocer nuevamente el terreno. No obstante todo lo dicho se conformó en lo que fuera servido mandar se ejecuten en el asunto.

Motivo y voto del Sr. D. Vicente Samper

El señor don Vicente Samper dijo:

Que enterado del contenido en la carta del Excmo. Sr. Gobernador y Capitán General del Reino, lo que al dicho motivo para firmar en la representación que se hizo sobre las obras proyectadas, fue oír el clamor de muchos vecinos desinteresados en qué contestes afirmaban, que sin apartar el curso que el río tiene hoy, se podían precaver los perjuicios qué se le que se recelaban y motivaron dichas obras, y esto con mucho menos coste.

En cuya atención se determinó por todos los capitulares pasasen Antonio y Miguel Maciá, maestros albañiles, para que haciéndose cargo de circunstancias declararse en lo que sintiesen sobre ello. Y como el sentir de estos fuese lo que se manifestó a su excelencia por medio de su mismo escrito y declaración firmada, le motivó a convenir no en que se desprecie la idea que en los años pasados se había acordado, sí que pareciendo a su excelencia conforme está nuevamente pensada por considerarse de menos coste en cotejo de la otra, se pusiese en ejecución.

Y si la experiencia de curso del tiempo acreditarse ser bastante como se supone, se suspendiese la primera, y en caso de manifestarse por lo venidero algún asomo de ruina, se ejecutase lo acordado de antiguo, pues de este modo se iba a perder poco y a beneficiar mucho a favor del común, mayormente en el aprieto de haberse de haber de acudir a tantos débitos reales como los que por el presente ocurre, sin pensar en apartarse de lo que su excelencia determinarse pues desea el obedecer sus órdenes con la mayor puntualidad.

Motivo y voto del Sr. D. Joaquin Merita y Cerdá

El señor don Joaquín Merita y Cerdá dijo que la variación del río sería muy conveniente según comprende en el caso de que con el alcavón que se intenta, quedase asegurado de no volver sus corrientes por donde hoy las tiene, pero que diferentes evidencias que se le han hecho por hombres peritos le hacen venir en conocimiento de la ninguna permanencia que tendrá la consabida obra.

Lo primero porque teniendo la puerta del alcavón 16 palmos, no puede esta tragar las aguas que en sus fuertes avenidas trae el río, e imposibilitado este paso es innegable de que deben de tornar su curso por donde hoy lo tienen jamás que, aún en el caso de tragarlas, es constante que cuando suceden las citadas avenidas trae el río diferentes malezas y que, introducidas estas en la cavidad atravesadas o detenidas, quitarán el curso del río, y no le queda más salida que la ya referida de volverse por donde hoy va, en cuyos términos se pierden los caudales empleados en la maniobra.

Por cuyas razones, parece no ser conveniente la variación del citado río en los términos que se determinó, y si en vez de abrir una zanja por lo alto de la montaña correspondiente a sus avenidas y de las basuras que de ella salgan, llenar el cauce que ha de dejar dicho río, cuya obra, aunque costosa, tendría permanencia, sin embargo de que se ofrece aún en este caso su reparo porque quedaría resguardada la mitad de la Villa hacia la parte de abajo que mira al camino de Valencia, pero por la fuerte corriente que se le daría, aparecería por el tiempo la otra mitad hacia el Arrabal que hoy está resguardada.

El modo con que se asegura la Villa con menos coste, según ha oído decir a diferentes prácticos, es quitar la corriente del río por medio de una o dos calzadas, y hechas estas con sólo hacer un repaso hacia la parte de la Villa de un paredón de 2 palmos y medio de recio, quedaba asegurada y resguardada la Villa. Cuyas razones ante otras, como la del cotejo que también se le ha hecho en la Villa de Alcira, en donde por medio de 2 calzadas que hay en el río de aquella se experimentan quitadas las corrientes de aquel, y por esa razón su Villa libre de todo acontecimiento, de lo que se viene en pleno conocimiento de que si se practicase en esta conformidad referida, se había de experimentar igual beneficio.

Pero no obstante todo lo dicho se conforma en lo que se sirviese mandar se ejecuten el Excmo. Señor Gobernador y Capitán General.

Motivos y voto del Sr. Andres Gisbert

El señor Andrés Gisbert dijo que no es su ánimo el que se suspenda la cobranza del repartimiento para la ejecución de la variación del río del Molinar y calzadas de los puentes, ni menos faltar en nada a lo mandado por el Excmo. Señor Gobernador y Capitán General, pero que ignorando lo acordado por este Ayuntamiento en asunto a dichas obras, por no encontrarse a la sazón en el empleo de regidor (pues poco hace que lo es) lo que tiene que prevenir es que atendida la infelicidad de este común pues aún es más que la que se le representó por ser cinco los repartimientos que hay que ejecutar […] y aún añadió de que las obras proyectadas y la variación del río serían muy importantísimas al común a no embarazárselo el terreno por ser tan flojo, y parecerle que con la luz que se le ha de dar de 16 palmos, no ha de poder recoger las avenidas que experimentamos y han de volver a tomar su curso por donde hoy lo tienen […].

Libro de Cabildos, 1743-1746. AMA 000050_01, páginas 211-233.

En los siguientes Cabildos, no obstante, se determinó comenzar con las obras con urgencia, presentando planos y nombrando a un nuevo director: Ignacio Valor (6 de agosto de 1750). Pero nada más se habla en los años próximos sobre esta conducción de aguas. Sí se discute sobre distintas ruinas ocasionadas por el río, que veremos en próximas entradas.

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