Las calles de Alcoy en el siglo XIX (V)

Esta es la décima entrega de la serie de publicaciones sobre el Proyecto de Ensanche y Rectificación de Alcoy de 1875. Si no has visto las anteriores, aquí las tienes:

  1. El Plano de Alineaciones de Alcoy de 1849 y sus antecedentes
  2. Proyecto de Ensanche y Rectificación de Alcoy: los planos
  3. El Plano General de Ensanche de Alcoy (I): el Centro Histórico
  4. El Plano General de Ensanche de Alcoy (II): Santa Rosa

En esta entrada vamos a ver el aspecto que tenían las calles de la Sardina, Cova Santa, la Sang, la Cordeta y Casablanca en el siglo XIX, mediante los planos parciales de 1875 y 1849.

Calle de Santa Isabel

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Así se llamaba antes la actual calle de la Sardina, situada entre las calles San Mateo y el Camí. El lugar en el que está ubicada era llamado antiguamente «la Foia del Paraís«, y en sus inmediaciones estuvo el convento de San Francisco, que fue derribado durante la Guerra de Sucesión. Más tarde se instaló en este lugar una plaza de toros, la cual acabó trasladándose a la actual calle Nofre Jordá cuando se abrió la calle que nos ocupa.

Proyectos de apertura

Primer proyecto (1859) (AMA 005679/305)

Esta calle es de reciente creación, ya que hasta los años 1860 no se abrió definitivamente. Sin embargo, hubo un proyecto anterior de construir casas en este sitio, del año 1859. En el plano que acompaña al expediente, se expresa que Dº José Carbonell y Dº Francisco Boronat, propietarios de la plaza de toros, proyectan abrir una nueva calle en sus terrenos y edificar casas.

La calle proyectada se encuentra más o menos en el mismo sitio que la actual de la Sardina, solo que con una orientación algo distinta. Además, se proyecta un bloque de casas que cerraría la Placeta de les Eres antes de llegar a la nueva calle. A la altura del Partidor de aguas, tal y donde está hoy, saldría un camino a espaldas de las casas proyectadas, llamado Camino de la Foya.

Proyecto de 1864 (AMA 005637/022)

Este proyecto no salió adelante, y habría que esperar cinco años hasta que se presentara una nueva propuesta para edificar aquí. En el año 1864, Enrique Vitoria presentó al Ayuntamiento un escrito en el que explicaba que, ante la necesidad de ensanchar la población, cedía los terrenos de la plaza de toros (ahora suya) para abrir una nueva calle en la que se alojen las ‘familias proletarias‘. Como sus terrenos terminaban antes de llegar al Camí, dejó al Ayuntamiento la decisión de continuar la calle hasta llegar a ella. Pretendía edificar 21 casas en el trayecto de la plaza de toros, y lo único que pidió al Ayuntamiento fue el traslado del Portillo de las Eras para que la nueva calle quedara incluida. Finalmente, la única condición que se le pidió fue que no edificara en los conductos que formaban el Partidor de las aguas para las fuentes de la ciudad.

De esta manera nació la calle de Victoria, como en un principio Enrique Vitoria propuso llamarla. Ya en 1875 se llama de Santa Isabel, nombre que perduraría hasta 1979 (exceptuando los años 30), cuando se le cambió el nombre por el apodo popular que tenía.

La calle en 1875

Dado que en el año 1849 no existía todavía, vamos a ver qué aspecto tenía la calle durante la elaboración del Proyecto de Ensanche de 1875. Aquí podemos ver el plano parcial:

Como podemos ver, la calle aún se encuentra en construcción, faltando algunos edificios de los números pares, y la mayoría de los impares. Donde no se ha construido, se ha levantado una tapia a modo de defensa que termina en la puerta de Santa Isabel, junto a la de Villena.

También encontramos el «Depósito de aguas potables», construido en 1871 y situado al lado del actual Partidor. Hoy en día podemos ver esta construcción, que tiene en la fachada escrito «AGUAS POTABLES. 1871». En el hueco que tiene a la derecha en el plano se instalaría un transformador de Hidroeléctrica Española.

Si vemos la misma calle en el plano general, no observamos mucha diferencia, exceptuando el edificio situado en la esquina entre estas dos calles, y que parece no estar construido en el plano parcial, pero sí en el general. Es probable que se encontrara en construcción durante la elaboración del plano parcial, y ya estuviera más o menos acabado al terminar el plano general. En el plano parcial de la calle el Camí aparece ya esta construcción terminada por ese lado, que en unos años se convertiría en taller industrial de José Verdú.

Un detalle más a comentar sobre esta calle, es el pasadizo que conducía al Fuerte del Camposanto o de San Jorge. Ya hemos hablado más extensamente sobre esta fortificación de las Guerras Carlistas en su entrada correspondiente. El inicio de esta rampa de tierra que llevaba al fuerte estaba al principio de la calle, según los planos a la altura de la imagen de Santa Isabel, entre los números 9 y 11.

Calle Santa Isabel a la derecha, el fuerte a la izquierda

Calles de la Cueva Santa y de la Sangre

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Calle Cova Santa. Foto: Bene Ripoll

Estas dos calles que forman el Barrio de la Sang, surgieron en el siglo XVIII durante la urbanización de la partida del «Parache«. El ensanche por esta parte de la población estuvo protagonizado por viviendas para las clases trabajadoras, de gran altura y con fachadas estrechas. Ambas calles desaparecieron prácticamente en los años 90, cuando se derribaron todas ellas para reedificarla según un proyecto moderno que renovó todo el barrio.

Las calles en 1849

El primer registro gráfico que tenemos de este barrio es de 1836, en el plano de Antonio Rosado. En él aparecen ambas calles totalmente edificadas. Si avanzamos hasta 1849, podemos ver las dos calles con más detalle en sus respectivos planos parciales. No obstante, la calle de la Cueva Santa se divide aquí en dos: la de la Cueva Santa, que corresponde con el tramo perpendicular a San Mateo; y la Travesía a las Ombrías, que se refiere al tramo perpendicular a Santo Domingo.

El término «las Ombrías» se refiere al topónimo que tenía la zona en la que actualmente se encuentra la Universidad Politécnica. Como ya vimos, en 1849 la calle de Santo Domingo se denominaba «de las Ombrías», por lo que la vía en la que desembocan las calles de la Sangre y de la Cueva Santa, y que termina en la de las Ombrías, era una travesía hasta esta última.

Al final de esta travesía, en la parte más cercana al Camí, podemos ver que hay una especie de plazoleta en la que no hay casas edificadas. En el plano de la Guía Martí de 1864 también se observa este detalle. Además, en este año ya aparece construido el trinquete de la Cova Santa al lado de esa plazoleta.

Curiosamente, en este plano se incluye la «Travesía» dentro de la calle Santo Domingo, numerándola con el 19. Los números 15 y 17 corresponden a las calles Cueva Santa y la Sangre, respectivamente.

El Trinquet de la Cova Santa

El primer lugar conocido por ser sitio de juego de la pelota fue la llamada Plaza del Jugador, situada delante del Principal cuando aún existían las murallas en ese espacio. Sin embargo, el primer trinquete «oficial» no se inauguraría en Alcoy hasta el año 1863. El dato nos lo da José Martí en su Guía del Forastero en Alcoy, que cito a continuación:

Trinquete. Afuera de la puerta de Alicante

Los aficionados al muy popular juego de la pelota tienen aquí uno de los buenos trinquetes modernos, el cual fue inaugurado el 16 de Setiembre de 1863. Es un local descubierto de 54 metros de largo y 6 de ancho, con paredes de 8 metros de altura. Hay tres galerías cubiertas, con sillas o asientos fijos; y a más de tres extensas gradas, también para comodidad de los espectadores.

Muralla del Trinquet

También nos dice que los precios eran 2 maravedís para los jugadores, 8 maravedís al mes para los asientos de galería, y la entrada general era gratis excepto días festivos, en que costaba 8 maravedís. El horario de juego era de 7 de la mañana a 8 de la tarde en verano, y el resto del año «según la estación».

Este trinquete se construyó aprovechando un tramo de la muralla que pasaba por detrás de la calle Cueva Santa, el cual aún se conserva en el trinquete actual, que se encuentra en el barrio reformado en la calle del mismo nombre.

Las calles en 1875, y por qué no se enlazó con el Camí

El plano parcial de 1875 agrupa ambas calles en un mismo plano. Aquí vemos ya que se ha cerrado la plazoleta al lado del trinquete, y los edificios que aquí se encuentran son todos el número 23, que tiene hasta cuatro puertas distintas. Ahora ya se llama Cueva Santa a la calle que anteriormente era la Travesía a las Ombrías, junto con la que entonces ya se llamaba de esta forma.

En el año 1859 se llegó a pensar en alargar esta calle hasta llegar a la entonces nueva carretera de Alicante, que se convertiría en la calle el Camí, a raíz de que un tal José Hernández había comprado los terrenos entre estas dos calles y quería construir en ellos. Finalmente se desestimó por el gran desnivel que existe entre ellas, y por tanto no se formó una esquina en la futura casa del señor Hernández en la calle del Camí.

Sin embargo, y gracias a la reciente reconstrucción del barrio de la Sang, se ha llegado a conectar estas dos calles por medio de un pasaje por debajo de la casa 18 de la calle el Camí, solo que de forma peatonal y mediante escaleras por, claro está, el desnivel que existía antes y todavía hoy permanece.

Calle la Cordeta

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El nacimiento de esta calle es incierto, ya que es la única calle a la izquierda de San Nicolás que existe desde antes del siglo XIX, y en el plano de 1836 vemos que sí aparece. En este plano además vemos que hay una serie de edificios proyectados al lado derecho de la calle, entre San Nicolás y lo que acabarían siendo las Siervas. Esta parte corresponde con lo que más tarde se convirtió en la fábrica de Julián Hermanos, construida en 1863 y que hoy alberga a varias filàs y la sociedad Apolo.

Una calle algo diferente

Según Abad Segura el nombre de esta calle se debe a que en sus inmediaciones existió una fábrica de cordelería. También se comenta que se puede deber a la cuerda del hábito de los monjes franciscanos que paseaban por la zona, al estar el convento bastante cerca. De todas maneras, no queda claro el nombre «oficial» que tenía antes de este, pues en el documento «Alcoy a mediados del siglo XVIII«, de autor anónimo, se cita una calle (junto a las de San Nicolás, San Francisco, Santa Rita, etc.) con el nombre de San Vicente Ferrer, que Abad Segura sitúa en la actual calle de San Vicente. Puesto que en la lista de calles de este documento sólo se citan las que se encuentran intramuros, y que en el siglo XVIII la calle de San Vicente actual se encontraba sin construir, no me parece lógico que ese nombre se corresponda con una calle que estaba lejos de tener ningún edificio por entonces, y que siempre ha estado fuera de las murallas.

Año 1836

Por tanto, es probable que la calle la Cordeta ya existiera en 1753, y quedara dentro del recinto amurallado de entonces. Al no dar muchos detalles sobre el recorrido de la muralla, no podemos determinar definitivamente si existía la calle, ya que de ser así seguramente tuviera un portal al final, que no se lista en el libro. En el padrón del año 1784 aparece citada la «calle Cordeta«, confirmando que al menos a finales de siglo XVIII sí existe la calle y con su nombre actual. La parte izquierda es la que primero se construyó, puesto que en el plano de 1836 aparece edificada hasta la altura del pasadizo que comunica con el Círculo.

Es posible que esta calle naciera cuando la ciudad se expandió más allá del Portal de Alicante, que estaba situado más o menos a la misma altura antes de trasladarse al Partidor. Conforme se fue edificando más al sur, la zona alrededor del portal se mantuvo como lugar de paso hacia el camino de la Riba, dejando un callejón por el que llegar a él. En algún momento se cerraría este camino con un portal, que veremos más adelante.

De todas formas, viendo los planos posteriores vemos que la embocadura con San Nicolás era muy estrecha. De hecho, hasta los años 20 no se ensancharía la entrada a la calle al demoler el edificio en la esquina derecha y construir uno nuevo de uso industrial.

La calle en 1849 y 1875

El primer plano con detalle del que disponemos es el de 1849, del álbum de calles del Plano General de Jorge Gisbert. En él vemos el estado de los edificios, que se corresponde exactamente con el del plano de 1836. También está dibujada la nueva alineación para la calle, que evidencia que la entrada por San Nicolás debía ensancharse.

Al final de la calle, en el cruce con la de Casablanca, existe un edificio donde en 1910 se instalarían las Siervas de María. No sé qué función cumplía, pero el estar situado exactamente en el mismo lugar en el que años más tarde se ubicó una congregación religiosa puede indicar que fuera de cierta importancia (¿tal vez fuera la fábrica de cordelería?). Desde luego, no era un edificio religioso, ya que no se cita en ninguna guía ni documento. El resto de la calle estaba formada por solares o huertos, todavía por edificar.

Pasamos al año 1875, fecha de elaboración del Proyecto de Ensanche y Rectificación de Alcoy. En el plano parcial de la calle ya aparecen los nuevos edificios industriales de Juliá Hermanos, al lado derecho. Aún permanece el edificio que medio cierra la entrada desde San Nicolás, así como el que se encuentra al final de la calle. Según la numeración, estaba dividido en dos puertas (nº4 y 6). Además de las primeras viviendas construidas al lado izquierdo, ya se ha levantado una más, la número 25, dejando un callejón entre ellas que perdura hasta hoy.

Este callejón o pasadizo estuvo a punto de convertirse en una nueva calle, pues como cita Cortés Miralles, en el año 1864 don Antonio y don Camilo Gisbert presentaron un memorial al Ayuntamiento en el que explicaban que, ante la necesidad de ensanchar la población, proponían abrir una calle de 20 palmos de ancho desde la última casa construida en la calle la Cordeta (el número 23 del plano), y que terminara haciendo ángulo en la de la Casablanca. Para ello había que quitar a la casa 23 unos diez palmos, cosa que el dueño se negó a hacer aunque los señores Gisbert seguramente querrían comprar dicha casa. Finalmente, y después de varias negociaciones, los Gisbert renunciaron al proyecto por todos los inconvenientes que surgieron, quedando un rincón «contrario al ornato público» como es el pasadizo.

Calle Casablanca

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Esta calle es, a pesar de encontrarse tan céntrica, bastante reciente. Antes de urbanizarse, era un camino que bajaba a los molinos que existían en la Riba, de ahí que se identificara como Camí dels Molins o Camí de la Riba hasta el siglo XIX. Al estar situada al lado de una ladera, su construcción fue algo diferente a la del resto de calles, pues hubo que rectificar el trazado algunas veces. Además, fue uno de los ejes del primer ensanche moderno de la ciudad.

Antes de la urbanización

Si consultamos los planos de 1836, 1849 y 1859 podemos observar el estado de la calle antes del comienzo de su urbanización. En el primero vemos que el tramo construido en 1836 apenas llega al hostal Savoy actual, y principalmente en el lado derecho. Además, la calle está cerrada al poco de salir por la Plaza de España por un portal, que se denominaba «de la Riba» o «Portillo de arriba», como también aparece en 1859. El resto de la calle eran huertos, hasta la llegada a la calle de la Cordeta.

En 1837 se construyó en los terrenos de la Casa Blanca un matadero y una alhóndiga, a cuyo edificio se trasladó más tarde el mercado de granos y harinas. Hacia 1876 se elevó una planta, tomando el aspecto que podemos ver hoy día, donde se encuentran las dependencias de la Policía Local. En el año 1849 se diseña el primer plano general de la Ciudad, con lo que también se proyectan los terrenos sobre los cuales edificar el ensanche de la población, siendo la calle Casablanca y los terrenos a espaldas de San Nicolás una de las zonas a considerar.

La calle en 1849

Lo que más llama la atención de este plano parcial es que la mayoría de la calle está formada por huertos, estando apenas la mitad edificada. Además, el camino era muy estrecho y se adentraba hacia el barranco, con un trazado en curva. Al inicio de la calle ya se proyecta la urbanización de la entrada por la Plaza de San Agustín, ocupando la «Casa de Descals» para ensanchar el callejón existente. Al lado de la Casa de Descals se indica la existencia de una Casa-mesón, que corresponde con el Hostal de la Viuda, cuya fachada se reformó al abrir la calle por esta parte. También es interesante la aparición del «Callejón de la posada del Rincón«, donde hoy está el párking del Racó y como su nombre indica albergó una posada antiguamente.

El trazado de la calle es bastante irregular, al haber crecido a partir de un camino. Por eso vemos que, después de una entrada angosta, la calle da un giro y toma una anchura de cinco metros y medio aproximadamente, dejando una esquina a la izquierda. Conforme avanzamos, se va estrechando lentamente hasta que llegamos a un ligero quiebro a la derecha, donde aparecen un par de edificios cuya fachada resta un metro de anchura a la calle, situados a la izquierda, donde hoy se encuentra el Hostal Savoy.

Después de pasar estos edificios, nos adentramos ya en el campo, siguiendo el viejo y estrecho camino a la Riba hasta que llegamos a la embocadura de la calle la Cordeta, donde ya hemos comentado la existencia de una pequeña construcción en su esquina. Si seguimos un poco más adelante por el camino de la Riba nos topamos finalmente con un portal, el portal de la Riba, que cerraba la ciudad por este lado, dejando dentro las calles Casablanca y Cordeta.

No vemos ningún rastro del «Portillo de arriba», que debería estar situado al inicio de la calle, justo al salir de la Plaza de San Agustín. Podría ser que este portal existiera hasta principios del siglo XIX, teniendo en cuenta el crecimiento de la calle la Cordeta, ya que hasta entonces la salida a la Riba sólo se podía hacer desde la Plaza de San Agustín, situándose ahí el portal. A partir de la creación de la calle la Cordeta, la ciudad queda desprotegida por lo que se traslada el portal hasta donde podemos ver en el plano de 1849.

Una corrección en la alineación

En este plano de 1849 podemos distinguir dos alineaciones distintas: una con trazo continuo como el resto, y otra dibujada con punto y raya. Como ya hemos visto, el camino de la Riba era estrecho y se acercaba bastante al barranco, pero aún así Jorge Gisbert traza la calle Casablanca siguiendo esta guía. En el año 1864 se pidió al Ayuntamiento una alineación para las nuevas construcciones en este lado de la calle, ya que la línea definitiva no se había aprobado todavía.

Entonces se llegó a la conclusión de que el trazado del plano no era adecuado, y se trazó uno nuevo más recto y más alejado del barranco del Molinar. Además, en estas fechas se habló mucho de la prolongación de Santa Rita hasta esta calle, lo que hoy es la calle Claudio Coello, y también se esbozó en lápiz en el plano de 1849.

En 1865 los dueños de los solares en construcción de la parte oeste de la calle propusieron al Ayuntamiento ensanchar 4 palmos la calle (de los 20 con los que se proyectó) debido a la importancia de los edificios y a la próxima prolongación de Santa Rita. De esta forma la calle quedó con los 5,50 metros de ancho que tiene hoy.

Por último, es curioso ver que, también en lápiz, aparece dibujada una prolongación de la calle la Cordeta hacia el barranco del Molinar, a pesar del poco espacio que hay en esa zona.

La calle en 1875

Si nos situamos en el plano parcial de 1875, la calle ha cambiado bastante. Lo que más llama la atención es que se ha construido hasta la calle la Cordeta, contando la calle con 27 casas ya en su lado derecho. Además, aparece un «callejón reservado» con un portillo en la entrada, justo donde se trazaría la actual calle Gonçal Barrachina. Todavía no se ha ensanchado la entrada desde la Plaza de San Agustín, cosa que ocurriría ya en el siglo XX con la construcción del Viaducto.

A mitad de la calle vemos un solar sin construir, que se corresponde al sitio donde vendría a parar la prolongación de la calle Santa Rita, aunque en este plano no aparezca indicada (en el plano general sí se proyecta).

En el lado izquierdo queda por construir una parte de la calle, la cual se puede distinguir hoy en día por la diferencia de estilos y de fechas en las construcciones. Lo último edificado en 1875 era el número 17, el 23 actual. Al final de la calle seguimos encontrando la Puerta de la Riba.


Con esto terminamos esta entrada. La siguiente tratará de varias calles muy céntricas del casco histórico, como son San Lorenzo y la Avenida País Valencià, así como la actual Plaza de España y las calles del barrio del Pla.

Ver la siguiente entrada: Las calles de Alcoy en el siglo XIX (VI)

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